UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
XXVIII - SUBIDA AL PICO VELETA 2012
Recuerdo que cuando empecé a entrenar para esta carrera, prometí a mi familia y compañeros, que era la última prueba grande que hacía, pues siento romper mi promesa, tengo que repetir la Subida al pico Veleta, y desde hoy, ya estoy pensando en los entrenamientos que debo hacer para poder coronar el veleta en un tiempo razonable y disfrutar de sus cuestas sin sufrir tanto, porque esta vez a sido todo sufrimiento por culpa de unas contracturas intercostales.
A pesar de todo, he conseguido subir los 50 kilómetros del Pico Veleta, con una altitud de 3.398 metros, la carrera considerada la más alta de Europa y la más dura del mundo con adaptación constante a la altura, en 6 horas 33 minutos, 7º de mi categoría. Personalmente muy contento de realizar esta hazaña, por el amor que tengo a este deporte y a una disciplina que me ha enganchado, la “Ultradistancia”
Nunca me imaginé cuando leía las calificaciones que hacían de esta prueba fueran tan verdaderas, ahora después de subir hasta la cima, os puedo asegurar que no se quedan cortos los que la describían como la mas dura del mundo, yo ya lo he comprobado en mis piernas.
No os podéis imaginar lo duro y escalofriante, que se hace subir tantos kilómetros sin un solo descanso, así, que te tenías que echar a andar para poder recuperar fuerzas y volver a trotar despacio una y otra vez. Pero precisamente por eso ésta carrera era una de las que quería hacer al menos una vez en la vida.
Ahora si, disfruté del paisaje, pues es espectacular, y como vas despacio o andando, te da tiempo a observarlo en toda su belleza desde lo alto. El ambiente extraordinario, vas continuamente acompañado de otros corredores con los que vas comentando la carrera,
Hay avituallamientos cada dos por tres, de agua frutas, sandía, melón, todo exquisito,
Los coches de la organización pendientes por si te falta algo etc.….
Desde aquí, doy las gracias a todos los que de una manera u otra me ayudaron en el entrenamiento previo a la carrera, tanto en la sierra de Madrid como en el parque del Soto, coimbra, pradera etc....no quiero dar nombres por miedo a que me olvide de alguno.
LA CARRERA
Son las 5,30 de la mañana, no he pegado ojo en toda la noche, me levanto y me dirigí a desayunar al hotel Real de la Alhambra, desde allí, unos corredores de Sevilla me traen en su coche hasta la salida. Son las 7,15 horas, ya debería haber empezado la carrera, pero se ha retrasado y llego a tiempo, aunque yo en un principio, estaba decidido no tomar la salida por los dolores que tenia en las espaldas por las malditas contracturas, pero al ver el ambientazo que había, me pudo la emoción y decidí hacer el primer kilómetro, que se hacía en un parque de Granada, llamado el Paseo del Salón.
Después continué corriendo dispuesto a pararme cuando me fuera imposible continuar y así llegué hasta el Km. 10, después al 20 y así por la zigzagueante carretera de Sierra Nevada cambiando el correr por el paso ligero, acompañado de un trotecillo de vez en cuando hasta el 39, donde ya no pueden continuar los coches, fue entonces, cuando decidí que si había llegado hasta allí, ya la tenía que terminar como fuera.
Pare un momento para coger la mochila, (que tenía en el coche un familiar que me acompañaba) la cual debía haber dado a la organización para que me la subieran a la cima, para posteriormente cambiarme, pero como no tenía pensado correr, no la entregué, así que tuve que cargar también con ella, y con trotecillos y paso ligero hasta el final.
Y es aquí al llegar al kilómetro 39, en Pradollano, (Hoya de la Mora) donde empieza lo mas duro, quedan 11 Km. de subir, subir y subir, por un camino de piedras, a una altura de 3.400 metros de altitud con pendientes imposibles. En este punto, donde no existe vegetación, todo es paisaje lunar, y es desde aquí, donde los kilómetros se hacen eternos por el frío y el viento huracanado que te azota de frente en esa altura no dejándote avanzar. El pico lo tienes a 1km en línea recta y aún te falta una hora y media para coronarlo.
Al pasar por el último avituallamiento (Km.47) te dicen: ¡Ánimo que sólo quedan tres kilómetros!, ¡que tres kilómetros finales!, y todo por culpa de las ansias de llegar a la cima del pico, que está ahí, que casi lo puedes tocar y no llegas nunca. El pensamiento que aflora en tu mente es: ¡Aquí no vuelvo nuca jamás! Pero la mente se adapta a cada reto y al final todo se consigue.
Pero ….por fin, al girar en una de las curvas, cuando ya no te esperas nada mas que venga otra interminable curva, escuchas gritos ¡ÁNIMO QUE YA LO TENÉIS !, te encuentras de pronto una rampa de 50 metros y al fondo el arco de meta, no se de donde te salen esas fuerzas para poder terminar al esprint, pero te salen, y al pasar por meta se te acaban todos los sufrimientos, todos los dolores, ya todo es alegría, saludas y abrazas a todos los que has conocido subiendo, aquí no hay rivales sólo hay amigos, y casi te afloran lágrimas de alegría de haber podido terminarla. Te sientes cansado muy cansado, emocionado y con unos sentimientos imposibles de expresar con palabras.
La subida al pico veleta, es una de las carreras que recordaré siempre y me ha dejado un par de lecciones aprendidas. He aprendido que esta carrera es para hacerla dos veces, la primera para conocerla y la segunda para competirla, siempre que vengas preparado física y mentalmente, por lo tanto pienso volver el próximo año. Y la segunda, lección es, que para hacer esta carrera, hay que hacer cuestas, cuestas y mas cuestas, cuantas mas mejor. La prueba la tienes, que, en esta carrera, había presencia masiva de corredores de montaña, casi todos los que conocí eran ultrafondistas de trail o locos como yo que la hacían por primera vez y querían conocer retos difíciles.
Con lo que os cuento, no quiero decir que sea imposible subir al Veleta, como yo digo siempre, lo que hace una persona, otra lo puede hacer. Así que, haber quien se anima para acompañarme en mi próxima subida.
Mi objetivo para la próxima vez, es correr toda la carrera, aunque se que será imposible, sobre todo en los 11km. últimos que son infernales y ahí, los que no andan, son sólo los mejor preparados, y yo no estoy entre ellos.
Desde aquí, doy las gracias, a todos los que me ayudaron a preparar esta prueba y a los que nada mas terminarla ya me estaban llamando al móvil, para interesarse por mi estado y darme la enhorabuena.
A todos os digo que ha sido una experiencia inolvidable, es algo que recordaré siempre.
¡Gracias!
